25 de març 2009

Segunda lección. Las bajadas.

Segunda entrega de la escuela de ciclismo por fascículos coleccionables. Tras la primera entrega, cómo ir a rueda, en esta segunda lección vamos a estudiar y practicar aquel punto crítico que son los descensos en el mountaingay.

Así a primera vista parece no tener mayor misterio, uno se coge fuerte al manillar, y que la gravedad haga el resto. Pues no. Así lo más lejos que vamos a llegar es al hospital, o depende por donde circulemos, a quatre camins. Necesitamos algo más, una cierta técnica y saber hacer para conseguir descender por donde nos propongamos sin dificultades, y lo que es más importante, con alegría.

Empecemos entonces. Os pongo una foto original de Francesc (podéis ver más aquí), que ha sido convenientemente retocada con el último software de edición disponible en el mercado. Sobre la imagen tenéis siete puntos, expresamente puestos en color verde casi invisible para que os tengáis que fijar más y así queden más claros los conceptos. Después de que os hayáis dejado un par de dioptrías en la foto, podéis pasar a leer los siete puntos básicos que os harán unos perfectos descenders.

clicame, listo!

(como siempre, haciendo clic encima se abre más grande)


Punto 1: El terreno. Es recomendable, aunque no imprescindible, practicar en un camino que haga bajada. Si tras mucha búsqueda no encontramos nada así, tambien nos servirá una subida, pero tendremos que girar 180º para encararla al revés. Es complicado, mucho mejor empezar por una bajada.

Punto 2: Casco. Imprescindible. Pensad que nos vamos a jugar la vida, y todo lo que hagamos por nuestra supervivencia será poco. Nada que decir sobre el tamaño del mismo.

Punto 3: Pieces. Una buena práctica es llevarlos encima de los pedales. En cualquier otro sitio de la bici nos dificultarán el control. Una vez que los tengamos bien puestos encima de los pedales (un pie encima de cada pedal, ojo), la posición más adecuada es tal que las bielas queden horizontales aproximadamente, y os dejo elegir que pie preferís llevar delante. El otro irá detrás.

Punto 4: Presión de los neumáticos. Punto muy importante. Llevar los neumáticos demasiado hinchados hará que vayamos rebotando por encima de las piedras y perdamos el control, y llevarlos muy deshinchados hará que la bici sea difícil de manejar, además de tener mayor riesgo de pinchazo. Para encontrar el compromiso, lo ideal es empezar con una rueda completamente deshinchada, probar un tramo corto, hinchar un poco, volver a probar el tramo, y así sucesivamente hasta que el neumático explote por tener demasiada presión. Entonces acordaos de cuándo habéis ido mejor y esa será vuestra presión adecuada. Repetir el proceso despues para la otra rueda.

Punto 5: Las manos. La posición adecuada de las manos es cogiendo el manillar, lógicamente, y con uno o dos dedos en las manetas de freno. Ese número no es porque sí o al azar, no. Está fríamente calculado. Más dedos en las manetas de freno y entonces quedarán pocos para coger el manillar con fuerza. Menos dedos en las manetas de freno y entonces no quedarán dedos para frenar. En los dos casos el resultado es bastante catastrófico. Otra vez es encontrar un compromiso.

Punto 6: La posición. Debe ser relajada y a la vez tensa encima de la bici (otro compromiso!), con el peso repartido según la pendiente y los brazos y piernas levemente flexionados. Y sobretodo, el culo bien apretado! Por si las moscas...

Punto 7: La mirada. Al afrontar cualquier bajada lo ideal es mirar unos metros por delante de nuestra rueda delantera, así nos podremos anticipar al terreno que nos encontremos por delante. Evitad prácticas raras como ir mirando hacia atrás, a los lados, o al cielo, pueden llevar al mismo resultado que en el caso del punto 5 si no llevábamos uno o dos dedos en los frenos.

Recordando y poniendo en práctica estos sencillos siete puntos, no habrá bajada que se nos resista. Garantizado.

Saludos desde el hospital.