No nos engañemos, la carrera de fondo en carretera de las olimpiadas es prácticamente como una clásica más. La distancia es la de las clásicas, el recorrido tambien, y los que la corren más de lo mismo. La principal diferencia es que esta se repite sólo cada cuatro años... y que la ve más de medio mundo.
Foto: Cyclingnews
Así pues, lo lógico era que los corredores que estuviesen delante fueran los especialistas de las clásicas, y así ha sido. Oro para un tremendo Samuel Sánchez, que se ha llevado las pegatinas de las bicis de todos sus compañeros de escapada en el sprint, ganando por ser el más fuerte y también el más listo. Plata para un clasicómano de libro como es Rebellin, siendo una manera estupenda de acabar las que muy muy probablemente sean sus últimos juegos olímpicos, y bronce para un corredor que puede hacer absolutamente lo que quiera y cuando quiera, Fabian Cancellara.
Ha acabado así, pero en ese podio hubiesen estado exactamente igual de bien gente como Bettini, Valverde o Kim Kirchen. Tendrán su vendetta particular en el mundial, sin duda.
Y para acabar este mini-escrito, un vídeo (que seguro que todos habéis visto ya), de cierta etapa del Tour 2007, en la que hay un individuo vestido de amarillo que tiene la feliz idea de arrancar en el último kilómetro mientras se está preparando el sprint... Sencillamente impresionante.
Espero que el miércoles recupere ese golpe de pedal asesino y lo veamos con la medalla de oro al cuello. Se lo merece por estas exhibiciones.
9 d’ag. 2008
Vaya podio!
Publicado por Miki en 23:32
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